La gigante del mundo cripto, Circle, lanzó una versión relativamente privada de su stablecoin USDC para atender las exigencias de los servicios bancarios. En general, los clientes de los bancos no se sienten cómodos con que sus fondos y su actividad comercial sean visibles para terceros.
Una de las características más destacadas de la blockchain es precisamente su transparencia, lo que complica la operatividad comercial de quienes requieren confidencialidad.
Para responder a estos estándares de privacidad, Circle anunció la creación de una nueva variante de su principal token estable. Así nació USDCx, lanzada en la cadena de bloques Aleo y diseñada específicamente para clientes de instituciones bancarias.
Este token en Aleo oculta u oscurece el historial de transacciones, impidiendo el rastreo y la observación externa de los movimientos. Las monedas digitales con mayor privacidad no son nuevas en el mercado, pero esta es la primera ocasión en que se desarrolla una stablecoin privada enfocada directamente en el sector bancario.
«Las personas no quieren revelar los ingresos de su negocio. No quieren revelar la información de sus operaciones. Pero la forma en la que funcionan actualmente las blockchains transparentes desafortunadamente significa que cada vez que realizas una transacción estás filtrando esos datos», declaró a Fortune el CEO de Aleo, Howard Wu.
Bajo esta premisa, Circle presentó una nueva versión de su stablecoin en colaboración con la cadena Aleo.
La nueva versión de la stablecoin de Circle no es 100% privada
Como se mencionó, esta nueva versión de la stablecoin de Circle no ofrece privacidad total. Según explicó Wu, cada transacción realizada con USDCx queda registrada en lo que denomina un «registro de cumplimiento».
Circle podrá acceder a ese registro si las autoridades solicitan información específica sobre determinados movimientos de fondos. No obstante, para el público general, las transacciones permanecerán como datos fragmentados imposibles de interpretar. Se trata de un modelo similar al manejo del dinero en cuentas bancarias tradicionales: privado para el público, accesible para el banco y para los reguladores cuando corresponde.
Esto, señala Wu, constituye un nivel de privacidad bancaria específica, que no debe confundirse con privacidad absoluta. Así, Circle da un paso importante en su estrategia para posicionar su stablecoin entre las grandes instituciones financieras. Desde hace meses, los emisores de monedas estables buscan consolidar sus tokens como la opción preferida para los bancos.
Con esta iniciativa, Circle parece tomar ventaja. Las stablecoins con privacidad bancaria podrían experimentar una fuerte demanda en 2026, facilitando la expansión del ecosistema cripto hacia una adopción más amplia.
Wu añadió que, además de los bancos, sectores como el mercado de predicciones también han mostrado interés en propuestas como USDCx.
