La senadora Cynthia Lummis adelantó recientemente que las compras de fondos para la Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR) podrían realizarse en cualquier momento.
Esta iniciativa forma parte del plan del gobierno estadounidense para fortalecer su posición en Bitcoin como activo de reserva nacional y avanzar hacia una estrategia de soberanía digital.
La nueva Reserva de Bitcoin de EE.UU. abre una era sin precedentes
La Reserva Estratégica de Bitcoin fue creada mediante la orden ejecutiva presidencial 14233, firmada en marzo de 2025. Bajo este mandato, las criptomonedas incautadas por el Tesoro y otros activos digitales confiscados pasaron a integrar oficialmente esta reserva.
La disposición también autoriza al gobierno federal a realizar compras adicionales de activos digitales, creando un acervo estratégico de criptomonedas y tokens que puedan respaldar su posición en el nuevo sistema financiero global.
Esta medida ha generado un intenso debate entre economistas y legisladores. Algunos la interpretan como un paso histórico hacia la legitimación estatal del Bitcoin, mientras que otros advierten sobre los riesgos relacionados con la volatilidad del activo, la gestión de custodia y la transparencia operativa.
Las declaraciones de Lummis sugieren que el gobierno no se limitará a las incautaciones existentes, sino que planea realizar adquisiciones directas de BTC. Al indicar que estas podrían efectuarse «en cualquier momento», se establece un marco flexible para actuar rápidamente ante oportunidades de mercado o movimientos estratégicos.
El gobierno de EE.UU. podría sacudir el mercado de Bitcoin
El posible inicio de compras de Bitcoin por parte del gobierno estadounidense ha generado expectativas en los mercados financieros. Los analistas coinciden en que una intervención institucional de esta magnitud enviaría una señal de confianza y legitimidad hacia el ecosistema cripto, al tiempo que reduciría la oferta disponible de BTC en circulación.
Desde una perspectiva macroeconómica, incorporar Bitcoin al balance soberano permitiría a Estados Unidos diversificar sus reservas internacionales, reducir su exposición a la inflación del dólar y fortalecer su liderazgo en la economía digital global.
Sin embargo, el movimiento también plantea riesgos evidentes. La alta volatilidad del precio de Bitcoin podría impactar la valuación de los activos gubernamentales si no se aplican mecanismos de cobertura adecuados.
Además, será clave definir si las compras se realizarán en el mercado spot, mediante ETFs aprobados o a través de custodios institucionales bajo supervisión federal. Cada modelo conlleva distintos grados de seguridad, transparencia y control regulatorio.
Estados Unidos frente a una nueva era financiera
Con la creación de una reserva soberana en Bitcoin, Estados Unidos se posiciona como pionero entre las potencias económicas. Aunque países como El Salvador dieron los primeros pasos, la magnitud del mercado estadounidense podría convertir a Bitcoin en un activo de reserva globalmente reconocido.
La senadora Lummis aclaró que esta iniciativa no busca reemplazar al dólar, sino fortalecer la competitividad y la independencia financiera del país en una economía cada vez más tokenizada.
Si las adquisiciones se concretan en los próximos meses, la Reserva Estratégica de Bitcoin marcará un punto de inflexión histórico. Representará la integración definitiva de los activos digitales en la política económica de una superpotencia y abrirá la puerta a una nueva etapa de adopción institucional.
Con esta decisión, Estados Unidos podría liderar la transición hacia un sistema financiero híbrido, donde los activos digitales y las estructuras tradicionales coexistan bajo un marco de equilibrio y control sin precedentes.
