Un nuevo capítulo se abre en la relación entre el mundo corporativo y Bitcoin. En una carta enviada el 14 de abril de 2025, Matt Cole, CEO de Strive Asset Management, criticó duramente a Intuit Inc., una empresa de software valorada en 165 mil millones de dólares, por su supuesta política de censura y sesgo anti-Bitcoin.
El documento, marcado como confidencial y sujeto a cambios, fue enviado al CEO de Intuit, Sasan Goodarzi, y a la presidenta del directorio, Susan Nora Johnson.
Críticas a la censura y el sesgo anti-Bitcoin
Strive, una firma centrada en maximizar el valor a largo plazo para los accionistas, afirmó que las políticas internas de Intuit relacionadas con la censura y el sesgo contra Bitcoin ponen en riesgo el valor accionarial de la empresa. En la misiva, Cole alerta que estas decisiones podrían socavar el arduo trabajo realizado por la compañía para generar valor y confianza en el mercado.
Entre las acusaciones más relevantes, se encuentra la de desplataformar contenidos o usuarios relacionados con Bitcoin, en lo que describen como una actitud politizada que va en contra de los intereses de los propios accionistas.
Llamado a incorporar Bitcoin en la estrategia corporativa
Además de criticar las decisiones recientes, Strive insta a Intuit a considerar a Bitcoin como un activo estratégico. En un contexto donde otras compañías como Strategy y Tesla han apostado por incorporar BTC a sus reservas, los accionistas de Intuit parecen querer seguir el mismo camino.
Este reclamo no es aislado. Se enmarca en un movimiento más amplio donde cada vez más voces dentro del sector financiero tradicional reconocen el potencial de Bitcoin no solo como cobertura frente a la inflación, sino también como herramienta para preservar valor en medio de la disrupción tecnológica, particularmente la provocada por la inteligencia artificial.
¿Preparados para la disrupción?
Strive también expresa su preocupación por la falta de preparación de Intuit frente al impacto potencial de la IA en su negocio principal. En ese sentido, proponen medidas que incluyan mayor transparencia, una postura más abierta hacia la innovación financiera descentralizada, y el replanteo del enfoque corporativo sobre las criptomonedas.
